A los problemas, soluciones

A los problemas soluciones.
Zapatero a tus zapatos, y el humor que no falte, por favor.

11 de la mañana, me coloco delante del ordenador; y digo del ordenador  porque es uno entre unos cuantos que me rodean…
En este modelo comencé a dar mis primeros pasos en la tecnología. Su diseño me ayuda, me anima a enfrentarme a este mundo que hay tras él. Para mi es muy complicado, y prometo que le pongo ganas; pero claro, son botones, carpetas y atención… e ir despacio. Todo lo que uso en pequeñas dosis con lo cual es inevitable que de vez en cuando… Sorpresa!!

Uno de los días entregada a la tecnología, no entendí muy bien y cuando me dijo ‘guardar’, aburrida le dije que no. Él no me daba lo que quería y así lo solucioné. Claro, para mi… porque sin darme cuenta debí de tirar documentos importantes pertenecientes a otra persona. Ahí lo dejo, un misterio.

Pocos días después, de nuevo frente al artefacto, teniendo muy en cuenta el desastre acometido días atrás, dí al botón de inicio. Hoy las teclas que tenía que tocar eran sencillas, las conozco bien. Pues de nuevo…¡Sorpresa! Aparece el documento de manera totalmente diferente.

 

 

Ante una lección aprendida, cuando quiero salirme, el ordenador me pregunta: ‘¿Quieres guardar o tirar?’ Yo pulso ‘guardar’. Guardar… así media hora haciendo diferentes pasos sin avanzar pero eso si, guardar, guardar…
Decido acometer el paso seguro, levanto el teléfono y llamo al compi del aparato afectado y comienzo: ‘Perdona, ¿tienes un poquito de tiempo? ‘ y entonces le empiezo a explicar entre risas contenidas. No puedo evitarlo, sus contestaciones después de pasada la rabia me hacían aún más gracia; y entonces llega la solución. Que cosa, solo es cuestión de darle al botón verde y problema resuelto. Buff, que alivio.

Una es de darle vueltas a las cosas y buscar los por qués para intentar no volver a caer en la misma piedra. Y digo intentar.

A lo cual llego a las siguientes conclusiones.
Primera: a los problemas, soluciones.
Segunda: una tiene claro cuales son sus fortalezas y sus debilidades y no es cuestión de torpeza; por mucho interés que ponga, como dice el refranero ‘zapatero a tus zapatos’.
Entendido esto, ningún problema y el humor que no falte, por favor;  esta práctica es una de las luces que alumbran la buena dirección.

Os tengo que decir que en el momento de terminar este artículo, el problema para mi ya estaba solucionado. No igual para el afectado… Lo siento muchísimo porque es un gran marrón venga de donde haya venido el fallo.

Con esto los dos hemos aprendido. Gracias por haber buscado una solución al problema que nos protege a ambos, por aceptar mis debilidades y echar mano del sentido del humor.

Gracias, gracias, gracias.

Las cosas de Elena

Share your thoughts

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies