Para ser imprescindible hay que ser diferente
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‘Para ser imprescindible hay que ser diferente’ Gabrielle Chanel.
Estas fotos son un homenaje emocionado y agradecido a mi madre, y a los años que preceden a mi trabajo.
‘El orden y la administración, esto es lo importante para salir adelante’, me lo decía constantemente cuando me recriminaba lo mucho que me veía trabajar. ‘Ama, me gusta lo que hago y disfruto tanto con ello… y además tengo que trabajar’, le contestaba yo, sin entrar en más detalles.
Nos faltó una conversación que le hubiera dejado más tranquila a ella o quizás a mí, porque en el fondo sabía que yo perseguía lo mismo que ella, siempre fue mi hilo conductor en la vida, buscando la superación, luchando por las cosas que quería, apostando por la calidad en busca de lo mejor desde la sencillez.
Recuerdo cuando le acompañaba a la compra las vueltas que daba para adquirir los productos que ella consideraba, lo más importante que podía dar a los suyos era la comida. Tenía que ver la frescura y el color de los alimentos. ‘Fíjate’, me decía una y otra vez. Y yo pensaba, ‘qué pesada, cómo se puede disfrutar tanto comprando, tomates, patatas…’
Siempre huyo de los artificios y poses tontas, los mohines de la vida con los que aparentar lo que no se es. Seguir su ejemplo siempre ha sido y será un estímulo en busca de experiencias enriquecedoras donde ir construyendo mi propio estilo día a día, cultivando, afinando y enriqueciéndolo.
Hoy me he vestido de temporadas anteriores, la moda es lo bueno que tiene, gran parte de ella se reinterpreta y nunca se olvida de lo bien hecho y bien pensado. La ropa ha de ser para vestir, no encubrir, hay que asumir la palabra elegancia, que tanto se ha marchitado.
Estas cuestiones son las que ocupan mi profesión, reconozco que representan un estilo de vida, un compromiso ante lo funcional y lo elegante. Soy una defensora de la importancia del corte, el tacto y el confort de las prendas, me gusta ver como ellas resisten el paso del tiempo, adquiriendo una pátina que nos empuja y ayuda a la propia creatividad con un resultado final personalísimo. La historia es seducir desde el interior, dejando ver el exterior.
En estas fotos visto los denim de mi madre, la talla que utilizo yo actualmente es una 38 y la suya cuando los adquirió años atrás, una 46. Un imperdible ha hecho posible la adaptación. El resto de las prendas, como el denim, todas ellas rescatadas del armario, prendas pertenecientes a temporadas anteriores.
Y en estos momentos es preciso que vuelva al principio para finalizar este post con una reflexión final: en la vida, la base es lo más importante, el orden y la administración y siempre ir en busca de lo mejor.
Elena